Junio 2022
Nuestras magníficas democracias occidentales acusan actualmente a Rusia de provocar la hambruna en el Tercer Mundo. ¡Esto es una gran mentira, la realidad es bien distinta, los verdaderos culpables son los gobiernos de Estados Unidos y Europa que llevan décadas destruyendo, con sus grandes multinacionales y con el apoyo de muchos gobiernos corruptos, la agricultura de estos países robando sus mejores tierras e imponiendo enormes monocultivos destinados únicamente a nuestras necesidades y a la de nuestro ganado! Estas poblaciones del tercer mundo se encuentran inevitablemente ante una catástrofe a la menor desregulación del clima o de otro tipo, que actualmente es principalmente alimentaria, ¡pero también sanitaria, ecológica e hídrica! ¿Cuántos oleoductos se necesitan para transportar agua a regiones desérticas, incluso en nuestro propio país? No podemos crear estas reservas y, para colmo, los ecologistas están en contra porque ¡perjudicaría el paisaje! Les invito a ir a la luna, allí, sin cemento… ¡el paisaje es magnífico! ¿Cómo vamos a plantar miles de millones de árboles sin agua? Todos los gobiernos se quejan de las sequías y, a pesar de las numerosas inundaciones que podrían permitirnos almacenar enormes cantidades de agua y redistribuirla a todas las regiones, no se prevé ni un céntimo. En la antigüedad, los pueblos de hace más de 5.000 años fueron capaces de construir grandes cantidades de canales que les permitieron regar enormes áreas y alimentar a sus poblaciones. Nosotros, con todas nuestras técnicas hipersofisticadas, somos incapaces de hacerlo, tenemos mejores cosas que hacer, ¡invertir en armas! Gracias Scholz y todos los demás miembros brillantes de nuestros gobiernos democráticos.
El conflicto en Ucrania, como le escribí en mi carta anterior, fue planeado por el gobierno de Estados Unidos en nombre de «sus» multimillonarios. Era absolutamente necesario evitar que el petróleo y el gas rusos baratos llegaran a Europa, lo que habría ocurrido con el Nord Stream 2. Lo único que hacía falta era encontrar un grupo de idiotas para llevar a cabo el proyecto, que, hay que decirlo, se ha hecho de forma brillante. Si Zelenski y su pandilla eran fáciles de manipular con unos pocos dólares, lo más sorprendente es la facilidad con la que manipuló a los gobiernos europeos, pongo al margen al gobierno inglés, porque si Estados Unidos decide ir a atacar a los pingüinos de Groenlandia, el gobierno inglés le seguirá inmediatamente… Podríamos pensar que los gobiernos europeos habrían tenido cierta independencia, pues para nada, no muestran ninguna reflexión, el número de neuronas que comparten debe ser muy limitado, hoy sabemos, por ejemplo, que el presidente Trump, tiene una sola neurona con la que repite incansablemente…. America first… America first… que Bush el joven tiene como mucho dos con las que fue capaz de reconocer que su guerra en Irak estaba totalmente injustificada… gracias a los cientos de miles de muertos; ¿cuántas neuronas tienen los gobiernos europeos? No son muchos o de muy mala calidad porque no han entendido la trampa estadounidense y nos están llevando al desastre económico y a convertirnos en una mera colonia de Estados Unidos.
Este conflicto, como todos los demás, se debe a la codicia de unas pocas grandes fortunas que luchan entre sí. Hoy en día, los de Estados Unidos y Rusia, pero qué decir del pueblo de Ucrania, cuando Zelenski se dejó sobornar por Biden con la OTAN, habrían estado muy inspirados para ir «todos» a manifestar su oposición a esta provocación en la plaza de Maïdan, diciéndole que «nosotros», los ucranianos, queremos formar parte de la Unión Europea, pero bajo ningún concepto queremos misiles nucleares americanos en nuestro suelo. Nadie reaccionó, todos los ucranianos hicieron la vista gorda, y ya sabemos lo que pasó después. Es bastante fácil prevenir un conflicto, en cambio, es muy difícil detenerlo, porque la llamada especie humana tiene una… digamos… inteligencia limitada. Vemos en Ucrania cómo los políticos convierten a los pobres ciudadanos desafortunados (bajo la ley marcial) en luchadores heroicos (¡y muertos!). Este ejemplo demuestra, en primer lugar, que frente a Estados Unidos, Rusia o China, es mejor jugar a la «diplomacia» y, en segundo lugar, que las poblaciones de todos los países tienen la obligación de reaccionar y rechazar con firmeza las decisiones que quieren tomar nuestros gobiernos, por ser estúpidas o incluso muy peligrosas. Los ucranianos lo están aprendiendo por las malas.
Si los europeos tuvieran algo de inteligencia, abolirían inmediatamente estos estúpidos boicots que nos están llevando al desastre, abrirían rápidamente el Nord Stream 2 y dejarían que el gobierno estadounidense y el gobierno ucraniano de idiotas se pelearan con los rusos, ya que no tenemos nada que hacer con esta trampa «idiota». Nuestros gobiernos deberían entrar en razón y reactivar inmediatamente nuestras economías en colapso para poder salvar a nuestra propia gente -muchos de los cuales ya están en la indigencia- e invertir en los pueblos del Tercer Mundo y de Ucrania que están en extrema necesidad. También harían bien en dejar inmediatamente de suministrar armas que cuestan a nuestro pueblo una fortuna en impuestos. Cuando Biden, el generoso y triste payaso de la Casa Blanca, regala miles de millones de dólares en armas, roba estos miles de millones a los ciudadanos de Estados Unidos y este dinero sólo sirve para enriquecer a los multimillonarios de las armas -parece olvidar que hay decenas de millones de pobres en su país- y, como corolario, esto sólo prolonga innecesariamente esta guerra; todo en beneficio de los ucranianos o del gran capital estadounidense.
En cuanto a la prensa que cubre estos tristes acontecimientos, tengo la sensación de haber retrocedido unas décadas, en la época de Mao y Brezhnev, cuando el Peking Information y el Pravda destilaban información del bello «pensamiento único». Curiosamente, hoy, el autoproclamado mundo libre occidental parece apreciar el bello «pensamiento único» y ya no es sólo la voz de Pekín o Moscú, sino también la de Washington y la del nuevo amo del mundo Zelenski 1er … Z. 1er en los EE.UU., Z. 1er en Francia, Z. 1er en Alemania, Z. 1er entre los papúes, Z. 1er en el planeta Marte etc… ¡que destila sus órdenes a la ONU, a los gobiernos europeos y americanos! Curiosamente, toda esta gente obedece, ¡ni un solo político que les ponga en su sitio! Todo el mundo está atento, mientras que Zelenski, su gobierno y su banda de oligarcas no son más que una panda de corruptos que han provocado esta guerra. También tenemos la suerte de escuchar, en algunos de nuestros canales de televisión, a algunas personas que creen estar en un partido de fútbol… vamos a ganar… vamos a ganar… y quieren iniciar nada menos que una guerra nuclear mundial para salvar… ¡el Donbass! En cuanto al gran temor propagado… de la invasión de Europa por parte de Rusia, es necesario recordar a algunos de nuestros brillantes analistas militares que florecen actualmente en nuestras televisiones, que la población rusa es de 150 millones y la de Europa es de más de 500 millones, invasión que probablemente sea algo problemática dada su dificultad para conquistar… el Donbass y, aún en el caso de una lucha de espadas, es de casi 5 contra 1. Para terminar con las tonterías, hay que señalar que la televisión rusa también tiene algunos buenos ejemplares. Realmente tienes la sensación de estar escuchando a un grupo de mocosos discutiendo en un patio de colegio… salvo por el hecho de que hay miles de muertos.
En cuanto a los oligarcas rusos, parece que es más difícil de lo esperado privarles de su botín. Nuestras sociedades libres y democráticas han organizado todo un sistema de sociedades pantalla, de paraísos fiscales, de secreto bancario y de otros fideicomisos, para permitir a las grandes fortunas robar y saquear el planeta… A menos que cambiemos el sistema, pero en ese punto podemos tener algunas dudas, tranquilizo a los oligarcas de todo pelaje, podrán seguir atiborrándose de caviar y champán durante mucho tiempo, y las familias del tercer mundo se morirán de hambre…
También podemos hablar del deterioro económico de Rusia… gracias a nuestros boicots, tema en el que insisten algunos de nuestros periodistas -en lugar de preocuparse por Rusia, harían mejor en mirar a Europa, cuya economía se hunde, con una inflación que se vuelve catastrófica-, mientras que los rusos tienen unas reservas energéticas colosales, por lo que no tendrán demasiados problemas para calentar sus casas este invierno y, además, podrán hacerse unas cuantas rebanadas de buen pan, mientras que nosotros siempre podremos comer patatas alemanas y, para los más desafortunados, … dientes de león por la raíz. Otro tema, parece que, según la prensa libre occidental, ¡todos los países del mundo rechazan a Rusia! Una breve lista de «todos» los países del mundo: el monstruo americano, los canguros de Australia, las focas de Canadá, las babosas topo europeas, el bulldog polaco, que haría bien en calmarse, porque como señalé en mi carta anterior, es poco probable que los Estados Unidos se conviertan en una súper barbacoa para salvar a Polonia (válido también para los demás países europeos), y no se olvide el famoso gobierno inglés, el pequeño mojón del monstruo americano… un mundo muy atrofiado… ¿Adónde han ido los 6.000.000.000 de terrícolas que faltan en la lista occidental?
Gracias de nuevo a los oligarcas de todos los bandos, por las hambrunas, la falta de agua, las guerras presentes y futuras y que viva el petróleo, el gas y las armas, que viva el mundo libre… ¿pronto libre de la humanidad?